Gracián revisado

27 septiembre 2021

REDACCIÓN

Gracián revisado en su obra y su moral es la última colaboración para Montesnegros del filósofo Andrés Ortiz-Osés, quien falleció el pasado mes de junio, casi al tiempo de distribuir este número 66 por nuestros pueblos.

Natural de Tardienta, donde había nacido en 1943, se doctoró en filosofía hermenéutica en la Universidad de Innsbruck. Fue profesor de las universidades de Zaragoza y Pontificia de Salamanca, y catedrático de Filosofía en la de Deusto.

En nuestra revista venía colaborando habitualmente desde el número 53 (diciembre de 2014).  Allí, además de su artículo «Estiaje: elogio del estío», se incluye la entrevista que le hizo Máximo Gálvez. Las respuestas de Ortiz-Osés nos transmiten qué es la antropología cultural aragonesa. También nos explica cómo influye la articulación de la cultura con la realidad en la idiosincrasia aragonesa.

En el artículo de este número, a partir del libro de Gracián Oráculo manual y arte de prudencia, Ortiz Osés desvela la contradicción existente en su obra. Gracián predica la prudencia, pero al mismo tiempo es algo imprudente al ocuparse de asuntos que podrían traerle serias consecuencias con la Inquisición. De hecho, los tuvo con su orden de los jesuitas, donde fue censurado y castigado.

Se ocupa asimismo Ortiz Osés del concepto de moral que transmite Gracián en su obra. Moral basada en el «buen sentido”, en el ajuste de contrarios. Hay un punto de hipocresía y fariseísmo en esta moral, justificando malos medios para el buen fin. No olvidemos el contexto en que escribe, el necesario disimulo personal frente a las autoridades civiles y el dogmatismo religioso.

Es precisamente este Gracián “farisaico”, y no tanto el heroico o el consejero áulico, el que interesa en la actualidad. En gran medida, porque encarna un tipo cultural de clase media condicionada por una sociedad del disimulo, el engaño y la corrupción, lo que resulta muy actual.