16 marzo 2022
REDACCIÓN
El Níger, un río inusual entre los grandes ríos del mundo. Jaime Laviña escribe sobre este río en Montesnegros 67, en su habitual página de viajes.
El Níger es la primera entidad física diferenciada que encontramos al sur del Sahara. Traza una curva notable desde su nacimiento en los Montes Loma, en la frontera entre Sierra Leona y Guinea, hasta su desembocadura en el Atlántico. 4.200 km de longitud para superar los 240 km que dista su nacimiento del océano. En su primer tramo discurre en dirección al Sahara, para luego virar. Esta curiosa trayectoria se debe a que el Níger actual es el resultado de la unión del Alto Níger con otro antiguo río que procedía del Sahara y cuyo tramo alto desapareció cuando el Sahara se convirtió en desierto.
El río es la arteria principal de los cinco países por donde discurre, y especialmente de Mali. Durante los meses en que resulta navegable la actividad en el río es incesante, desplazándose por él miles de personas e incontables mercancías. Navegar por el río es la mejor manera de conocer la idiosincrasia de sus habitantes.
La populosa ciudad de Mopti es el puerto fluvial más importe del Níger. En su entorno, numerosos islotes habitados. El arroz es el principal cultivo. El desplazamiento por el río se realiza en pinaza, embarcación larga y estrecha a motor, incómoda por aprovecharse cualquier hueco para transportar bultos. En el viaje por el río hay que pernoctar en islotes, llevar un cocinero que se ocupa de adquirir las vituallas a las embarcaciones que se acercan a los turistas. Y sobretodo, observar la actividad incesante en el río: pescadores, transporte de mercancías, lavanderas, niños bañándose…